Las palabras son más poderosas de lo que te imaginas. Incluso pueden llegar a cambiar el significado de una situación y mejorarlo o, por el contrario, empeorarlo. Por ello, hay que hablar con seguridad y mostrar firmeza en tus palabras. Te ayudarán a sacar lo mejor de ti mismo y a que el resto pueda verlo. Estas palabras son claves para que tus interacciones sean satisfactorias y trasmitas una energía positiva.

En primer lugar, tienes que eliminar de tu vocabulario las palabras que crean mensajes sin fuerza y centrados en la negatividad. Algunas de estas palabras son: imposible, miedo, duda, no puedo, jamás, debería, pero… Todas ellas muestran la incapacidad o la falta de interés de una persona para llevar a cabo una acción.

Este efecto puede ser sustituido por otro mucho más práctico. La omisión de estas palabras no es suficiente sino que es necesario encontrar la palabra idónea para ese momento. Elegir la palabra adecuada en cada momento sólo depende de ti y de tu sabiduría léxica. Conseguirás buenas resultados con la palabra confío, capaz, hacer, puedo, seguro, siempre, mejor, sé, posible…

El resultado de tus acciones viene determinado por el poder de tus palabras. La sonrisa de tu boca quedará reflejada por medio de ellas. Lo puede cambiar todo y actuar a favor tuya. Recuerda: piensa antes de hablar y habla después de pensar.