“Polivalente”

Puedes hacer muchas cosas bien, sin embargo, siempre tienes que tener algo en lo que destacar. Poner esta palabra es como colgarse un cartel con la frase “seré lo que quieras que sea”, lo cual, a menos que te dedique a la interpretación, no te beneficia en absoluto.

“Abierto a toda oportunidad de trabajo”

Sé realista, no estás abierto a todas las oportunidades de trabajo. No quieres trabajar 12 horas por 700 euros, posiblemente tampoco quieres cambiar de ciudad y tu primera opción después de hacer dos máster no es ser recepcionista… ¿Por qué mientes? Márcate objetivos y busca con criterio.

“Inteligente, estratega…”

Y un maestro de la soberbia también. Está bien que seas así de magnífico, pero las opiniones positivas sobre uno mismo es mejor que las den otros con recomendaciones. Deja que te conozcan en persona porque airear tus cualidades tan alegremente puede hacerte parecer demasiado altivo sin serlo.

“Soy un experto, gurú, visionario…”

Expertos, gurús y visionarios son Stephen Hopkins, Steve Jobs y Jeff Bezos, entre otros, por lo que hay muchas personas a las que estas palabras les vienen grandes. Volvemos a lo mismo de antes: las cualidades hay que expresarlas de forma moderada porque nadie es tan bueno ni tan malo.

“Business Leader, Strategic Executive…”

Y otros tantos nombres en inglés que tan bien nos suenan no son nada más que humo. Para decir que tienes experiencia en el sector no hace falta que pongas un titular como los dos escritos arriba de este párrafo de manera que parezca que eres el mismísimo Donald Trump. Sé conciso y coherente.